viernes, 21 de agosto de 2009

The Gathering: The West Pole


Cuando se va un vocalista, que más que la voz es el "frontman" (o "frontwoman", según el caso) de una agrupación, el temor más grande es que esa banda termine y que todos los laureles se los lleve quien se fue. O peor aún, que a ninguno de los dos les vaya bien. Querer saber qué pasará es una preocupación central para los seguidores de esa banda.

En el caso de The Gathering, la respuesta estaba hecha a medias. Anneke van Giersbergen lleva dos discos con Agua de Annique con un resultado que, sin ser malo, es dispar. Faltaba la respuesta de la banda a la cual dejó. Ésta es The West Pole.

En términos generales, no es una revolución en el sonido desarrollado por la banda. El seguidor puede estar tranquilo con eso. De hecho, podría decirse que es más "conservador" en relación con el sonido del anterior disco de estudio, Home: sonidos ambientales, ritmo lento y cadencioso, una apuesta que va más por armar un tema de a poco que intentar golpear con arreglos efectistas.

Se había rumoreado con la posibilidad de volver al formato de dos vocalistas, un hombre y una mujer, como el que tenían en Almost a dance... Pese a ello, se optó por un formato vocal exclusivamente femenino. La banda eligió a Silje Wergeland, ex integrante de Octavia Sperati, como su nueva integrante.



Se nota que en la elección pesó la sombra de Anneke. Silje es físicamente parecida, pero ante todo, tiene un tono de voz que, sin ser igual, está en el rango de las canciones anteriores de la banda. Tengo la impresión de que se tuvo en cuenta la posibilidad de poder tocar en vivo las canciones que hicieron famosa a la banda y que, cualquier otra solución más aventurada hubiera significado un quiebre drástico con el grueso de su material. En este sentido, se optó por un continuismo en el estilo. Una voluntad de seguir con una clara línea musical. Si bien Anneke hizo aportes en la composición de algunos temas (lo grueso estuvo en la creación de letras para los temas) los principales compositores están aún en la banda, y son ellos quienes le imprimen el sonido característico. Aunque hay que admitir que la voz era precisamente un elemento importante de la identidad como grupo y de ahí la necesidad de acercarse lo más posible al "estilo Anneke".

El resultado de todo esto es un disco que se sostiene solo. Lo nuevo quizás vaya por el minimalismo cada vez más presente en la agrupación. Si bien en el How to measure a planet? hasta los discos posteriores experimentaron con un sonido más electrónico, hay en The West Pole una intención de hacer un sonido más depurado, siguiendo la línea de su predecesor Home, pero con un resultado más acabado. Las atmósferas se crean más con las guitarras que con el sampler y se atreven a usar incluso sólo un piano en el tema "You promised me a symphony", muy en la línea del álbum Sleepy Buildings, pero aún más minimalista.

Aunque no se encontrará algo exactamente "nuevo" en este disco, pese al cambio de vocalista, se trata de un muy buen disco que deja satisfecho a los seguidores de la banda o a los que sólo quieren escuchar buena música.



Páginas recomendadas:

The West Pole
Página oficial de la banda


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